Wright construye esta casa para su hijo David, el cuarto de su primer matrimonio y para su esposa Gladys. En este proyecto situado en Phoenix (Arizona) Wright adapta un diseño anterior no construido para la casa Keith en Arlington (Nueva Jersey, 1947). Subtitulado en los planos originales con el comentario de "Cómo hay que vivir en el suroeste" este proyecto se relaciona con las experimentaciones con plantas derivadas de la corona circular y de las preocupaciones ambientales que caracterizan la obra de Wright posterior a la Herbert Jacobs II (1942).
La casa se emplaza en un terreno rodeado de naranjos; sus rasgos geométricos principales se establecen a partir de una corona circular de casi 26 metros de diámetro exterior y un ancho de 7 metros que define la sección de la casa, dejando un jardín interior de un diámetro aproximado de 12 metros. También presenta otros elementos circulares menores como la cocina, los bow windows del salón y del dormitorio principal, o el hogar. En ese juego, llama la atención el arco de círculo que atraviesa el jardín formado por una serie de grandes losas circulares, con un radio cercano a los 36 metros, correspondiente a un círculo de un acre de superficie. Pese a su escasa entidad espacial parece conectarse con otras referencias formales wrightianas como las ordenaciones urbanísticas circulares (Galesburg Country Homes, Parkwyn Village Housing, de 1947) o incluso dimensionales (la superficie de un círculo con ese radio sería equivalente a 2 acres aproximadamente, una de las medidas de superficie que Wright otorga a los terrenos de dichas urbanizaciones).
La consideración de los recorridos solares y el aprovechamiento o protección de las brisas dominantes son rasgos fundamentales del proyecto. La casa se eleva sobre un medio anillo circular apoyada sobre pilastras y vinculada al terreno con una rampa espiral que cierra el jardín central. Superado el acceso y ganada la horizontal, el movimiento circular continúa en la secuencia sala de estar y zona de dormitorios para acabar en la terraza. Al levantarse, la casa genera un jardín sombreado y ventilado que permite refrescar el ambiente y generar una ligera y deseada brisa. La propia rampa, de 7,60 metros de ancho, incorpora un jardín que la acompaña hasta el acceso.
Los efectos producidos por las posibilidades que ofrece la curvatura de las paredes y los continuos cambios de punto de vista provocan una interesante experiencia espacial. La sala de estar-comedor ocupa una gran parte del anillo circular y está orientado sobre el eje norte-sur; una alfombra con motivos multicolores derivados del círculo cubre casi todo el suelo. La cocina -rotulada workspace - tiene forma troncocónica y se encasta en la corona circular principal; arrancando desde el hall de acceso, una escalera interior se despliega por el intradós de ese tronco de cono hasta la terraza-torre situada encima.. Las habitaciones, de medida mas reducida, se desarrollan a lo largo del arco de circunferencia, abriéndose hacia el oeste y se comunican a través de un corredor que ofrece vistas hacia el jardín central y a la piscina en forma de almendra junto a la rampa.
La primera intención de Wright era construir esta casa con madera, siguiendo el modelo de la casa Keith pero fue rediseñada, pese a sus evidentes dificultades, en bloques de hormigón a instancias de su hijo -cuya actividad empresarial estaba vinculada a su producción y diseño desde la época de las textile houses . Los bloques de hormigón, lisos o decorados marcarán la textura predominante de esta obra, completada con los muebles diseñados especialmente (butaca y silla) y el interesante efecto de las tablas escalonadas del techo, todos ellos en caoba de Filipinas.
(F.A.P.)
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